Entrevista con el fotógrafo de calle Fermín Guzmán: “Siempre he dicho que la fotografía callejera es antropología pura”
Fermín Guzmán es un fotógrafo mexiquense e impulsor de la fotografía de calle. Su trabajo toca también la fotografía documental en la que destaca manifestaciones culturales de pueblos indígenas. Es administrador de la cuenta de Instagram https://www.instagram.com/la.pura.street.photography.mex/?hl=es-la, la cual se dedica a difundir el trabajo de fotógrafos de calle mexicanos.
Gracias Fermín por esta entrevista y por compartirnos un poco de lo que haces.
¿Cómo fue tu acercamiento a la fotografía y en qué momento te diste cuenta que podías dedicarte profesionalmente a este oficio?
En el 2008 acudía a clases de náhuatl en el FARO de Oriente (Fábrica de Artes y Oficios de Oriente) y siempre que caminaba hacia el salón de clases veía que el túnel de la entrada estaba lleno de chavos, un día decidí acercarme por curiosidad y descubrí que era la clase de fotografía básica del maestro Jesús Villaseca, entonces me inscribí y ahí me quedé varios años. Posteriormente me enteré que un gringo estaba impartiendo el taller de fotografía digital en el mismo FARO. Aquel gringo era el gran master Mark Powell quién es el culpable de mi pasión por la fotografía callejera. Después tomé cursos y talleres en diversos lugares como la Casa Lago, el Centro de la Imagen y el FARO Tláhuac.
La verdad no sé si mi trabajo fotográfico sea profesional o no. No me considero un gran fotógrafo porque sigo aprendiendo y trato de no despegar los pies de la tierra. Lo único que sé es que la fotografía llena todos los aspectos de mi vida tanto personal como económico porque afortunadamente este noble oficio me da para comer y lo disfruto muchísimo, que es lo más importante.
¿Cuál es tu relación con la fotografía en el día a día?
Prácticamente la fotografía cubre todos los aspectos de mi vida: trabajo, vida cotidiana y familia. Tengo la fortuna de trabajar como fotógrafo institucional en el área de Comunicación Social del municipio de Chimalhuacán y este trabajo me da para comer y me ha dado la experiencia de conocer muchos lugares del Estado de México. En mi vida cotidiana todo el tiempo estoy pensando en fotografía: salgo a caminar para ver qué pesco con mi cámara, en mis viajes siempre estoy tomando fotos, cuando estoy en casa me gusta demasiado checar el trabajo de otros fotógrafos callejeros y compartirlos en La Pura Street Photography Mexicana (grupo en Instagram del cual soy administrador), a mi familia todo el tiempo le estoy tomando fotos, entonces prácticamente la fotografía es mi mundo.
¿Cuál es tu motivación al salir a la calle a tomar fotos?
Siempre he dicho que la fotografía callejera es antropología pura porque documenta todo lo relacionado con el ser humano y en este caso su interacción en las calles de las grandes ciudades, barrios y pueblos. En este sentido mi motivación al salir a la calle es el observar y capturar para la posteridad esas manifestaciones sociales del ser humano. También porque me relaja mucho caminar por las calles.
Tu trabajo se mueve entre el género documental y la foto callejera. ¿En cuál género te sientes más cómodo?
Creo que estoy cómodo en los dos géneros, aunque la Fotografía Callejera es un poco más fácil porque solo basta con salir de tu casa, caminar y comenzar a trabajar; en la Fotografía Documental hay que organizarse y juntar recursos económicos para moverte al lugar donde se encuentra el suceso a documentar y eso retrasa un poco el trabajo, pero cuando ya tienes todo resuelto es muy apasionante.
La Foto de calle ha tomado más fuerza en los últimos años, cada vez surgen más colectivos. En México el género de foto de calle es relativamente nuevo, ¿Qué se puede hacer para que este género se conozca más o se tome más en serio?
Sí creo que la Fotografía Callejera es más reconocida en el país y esto gracias a que existen grandes fotógrafos callejeros mexicanos, pero ojo, hay que tener cuidado y no permitir que se vuelva una moda más porque he notado que las redes sociales se están llenando de fotógrafos que por tener unos cuantos chispazos despegan los pies de la tierra y se ven más como unos “stars” que como verdaderos fotógrafos callejeros. Siempre he dicho que la Fotografía Callejera es un estilo de vida donde la perseverancia y disciplina a través de los años debe ser fundamental y no cosa de un ratito. Creo que las redes sociales pueden ser un gran aliado para el fotógrafo callejero ya que son espacios donde se puede mostrar nuestro trabajo, pero también pueden ser contraproducentes porque se pierde un poco el sentido crítico al pensar que los likes son una medida de calidad y también por el inmenso número de imágenes que se suben.
La única forma de hacer crecer más este género fotográfico en nuestro país es dándole difusión a la fotografía callejera de calidad.
¿Por qué documentas la vida cotidiana en Chimalhuacán y en algunas comunidades del Estado de México?
Toda mi vida la he pasado en Chimalhuacán, aquí está mi trabajo y mi familia. Recuerdo que mis maestros Villaseca y Mark siempre nos decían en clase que comenzáramos a documentar nuestro entorno más cercano y mi entorno más cercano es el municipio donde vivo y los municipios pegados a este como son Nezahualcóyotl, Texcoco, La Paz, Ixtapaluca, Ecatepec, etcétera. Creo que estos municipios mexiquenses tienen cierta peculiaridad que los hace más atractivos para mí, fotográficamente hablando, que otros lugares. Para empezar, son lugares donde existe mucho crecimiento poblacional, la geografía, la traza de las calles, los comerciantes, las manifestaciones culturales y religiosas, la barriada. Todos estos elementos me atraen y los quiero documentar porque siempre he estado inmerso en ellos.
Platícanos un poco sobre tu intención de documentar tus orígenes en el estado de Oaxaca.
Esta parte de mi vida es muy hermosa para mí porque amo mis raíces. Mis abuelos paternos son migrantes oaxaqueños, específicamente de la mixteca alta oaxaqueña y desde pequeño mi abuela me ha llevado a su pueblo, un pueblo hermoso llamado Rio Blanco Tonaltepec. He crecido con todo lo que ella me ha enseñado de su pueblo y gracias a eso nació en mi un gran apego y cariño hacia ese lugar que forma parte de mis orígenes y de mi ser.
Son muchos los aspectos que quiero documentar del pueblo, como la historia, la tradición alfarera, la arquitectura tradicional, la gente, pero sobretodo la naturaleza porque es un lugar inmensamente hermoso. La gente que vive en el pueblo tiene un estilo de vida muy apegado a la naturaleza, a lo que realmente le da la tierra y yo creo que por eso es gente muy longeva y feliz. Creo que en estos tiempos en los que estamos viviendo enfermedades, cambios climáticos, hambrunas y estrés en las grandes ciudades es necesario que el ser humano aprenda algo del estilo de vida de estas comunidades.
¿Podrías hablar de alguna fotografía o situación que no vas a olvidar nunca y por qué?
Son muchas vivencias las que he tenido en estos años de fotógrafo callejero pero una en especial es la de la foto del cristo encima de un carro. Ese día era doce de diciembre, día de las Lupitas y salí a caminar a “Neza York” (Ciudad Nezahualcóyotl) para ver si pescaba a algunos peregrinos, estaba caminando sobre una avenida y unas cuadras delante de mí vi el carro con el cristo y comencé a correr muy rápido como desesperado y la gente me veía como diciendo “¿que le pasa a este güey?”, cuando llegué a una distancia más o menos aceptable comencé a tomar las fotos, después el señor que estaba conduciendo se percató de mi presencia y me dijo que si yo quería se podía detener para que hiciera la foto y le dije que sí y así fue como hice esa imagen. La gente que estaba alrededor me seguía viendo como bicho raro, pero no me importo porque terminé muy contento y satisfecho por mi foto.