Inicio Entrevistas “Estamos haciendo fotos de una pandemia que ha durado muchísimo tiempo y tal vez estas fotos sean consultadas para la historia”: Sashenka Gutiérrez.

“Estamos haciendo fotos de una pandemia que ha durado muchísimo tiempo y tal vez estas fotos sean consultadas para la historia”: Sashenka Gutiérrez.

por Julia Astrid Enriquez

“Estamos haciendo fotos de una pandemia que ha durado muchísimo tiempo y tal vez estas fotos sean consultadas para la historia”: Sashenka Gutiérrez.

La larga pandemia del coronavirus que ha dejado en México ya más de 50 mil muertos parece no dar tregua. En los medios de comunicación nacionales e internacionales nos hemos enterado de los esfuerzos del personal médico gracias a la labor de los fotoperiodistas, que arriesgando su salud están documentando lo que ocurre en los hospitales.

Le pedimos a Sashenka Gutiérrez, fotoperiodista de la agencia EFE desde hace diez años, que hablara con Calle Adentro sobre su experiencia y motivaciones para documentar esta crisis.

CA: ¿Cómo es un día en la cobertura de Covid-19 en un hospital?

SG: Me levanto muy temprano, checo el equipo, pilas cargadas, tarjetas limpias, a las correas de las cámaras les pongo plástico para cuando llegue al hospital ya no me detenga a hacer ese paso. Aparte llevo una bolsa con mis líquidos, alcohol al cien por cierto, cloro con agua diluido, Lysol, toallitas limpiadoras. No es necesario que lo lleve porque en el hospital se encargan que salgas limpio, pero igual lo llevo.

Llegando al hospital te presentas con las personas con las que se acordó la visita, te visten, te dan todos los insumos, checan que tu uniforme esté correctamente puesto. Al momento de estar ahí trato de no ser invasiva, más con el personal médico que esta siempre corriendo, pendientes de los enfermos. Te vas acostumbrando a trabajar con todo el equipo de seguridad, lo complicado es ver con goggles, caretas y hacer foto, pero luego vas aprendiendo los trucos para que no se te empañen al respirar. A pesar de que estamos adentro del hospital y en las áreas Covid tres o cuatro horas, al salir el personal nos dice cómo retirarnos el uniforme, porque comentan que muchas veces se contagian a la hora de quitárselo.

Ellos limpian todo mi equipo, mis cámaras, los lentes. Yo entro con dos cuerpos de cámara para que sea más fácil la cobertura y los limpian.

Regresando a casa me desvisto en la puerta, entro a mi casa desnuda, me baño, echo la ropa a la lavadora, como, y me hidrato porque sudas mucho con el traje especial. Trato de estar tranquila porque hay ocasiones que ves cosas muy fuertes y trato de estar en paz. Le cuento a mi esposo cómo me fue, qué vi. Veo la tele lo que resta del día, estoy con mis perros y así acaba la cobertura de un día en el hospital.

CA: ¿Cómo ha sido tu acercamiento y cómo lo has enfrentado desde el punto de vista profesional y de manera personal?

SG: Para entrar a un hospital y a las zonas de terapia intensiva son trámites que realiza la agencia. Hay un hospital al que he entrado unas cinco veces. Para entrar a área terapia intensiva es un proceso escalonado, se gana básicamente.

Yo trabajo con mucho respeto hacia los pacientes que en su mayoría están sedados, inconscientes, muchos están desnudos. La última vez que entré a terapia intensiva, dentro del caos, la verdad fue muy bonito, debajo del traje de seguridad se me enchinaba la piel.

Ahí es mucho ruido por las maquinas, y dentro de todo ese caos todo era una sinfonía, todos trabajaban con mucha paz. El personal médico les hablaban a los enfermos con mucho cariño a pesar que estaban inconscientes. Llegaban y les decían por ejemplo: “Buenos días Lupita, ¿cómo amaneciste hoy?”.

También me tocó ver que una señora volvió en sí y le decían: “Hola son las diez de la mañana, estás en el hospital Juárez de México, tu familia está al pendiente de ti todos los días”. Le hablaban con mucho cariño y eso me enchinó la piel y se me hizo una labor hermosa que nadie piensa y nadie se imagina. La labor de los médicos y de todo el personal empieza súper temprano con los cuidados paliativos, los bañan, los rasuran, los peinan, les dan masajes para que sus cuerpos no se llene de llagas. Eso se me ha hecho muy hermoso.

CA: Y en el mismo tema, ¿qué ha sido más difícil de retratar durante la cobertura de la pandemia?

SG: Lo más difícil sin duda ha sido retratar el dolor, la muerte cuando vamos a los panteones o cuando vamos a los crematorios. Ver a las familias que no pueden despedirse de sus familiares ha sido sumamente doloroso porque muchas veces aunque no sea tu familiar duele escucharlos llorar.

CA: Por último, pese al riesgo de contagio con la cobertura de Covid-19, así como en otras coberturas y en medio del caos de la ciudad, ¿qué es lo que te motiva a salir a la calle?

SG: Es algo a lo que me dedico, lo que me gusta hacer, siempre me ha apasionado mucho mi trabajo, entonces salgo por eso, también porque es importante la labor que estamos haciendo los fotógrafos, estamos haciendo fotos de una pandemia que ha durado muchísimo tiempo y tal vez las fotos sean consultadas para la historia, amo mucho lo que yo hago.

Sin embargo, pese a que está un riesgo latente, no dejo de cuidarme, soy sumamente cuidadosa y hasta lo más descabellado como llevar mis líquidos al hospital lo hago porque me hace sentir segura.

Todas las fotos de esta publicación son de la autora Sashenka Gutiérrez.

Más de su trabajo en su cuenta de Instagram. https://www.instagram.com/sashe/?hl=es-la

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